(Parte II) Situación Social Gipuzkoa Basket

Aquí mi segunda parte. Un tema de transcendencia en un equipo modesto como el Gipuzkoa Basket. La situación social clave para mantener este proyecto a Largo Plazo. Allá vamos:

2) Situación Social

 2.1) Desencanto Social: Razones

La trayectoria descendente del equipo en la mayoría de frentes y especialmente la desilusión provocada en las dos últimas temporadas (el equipo ha cosechado de media 3 derrotas de cada 4 partidos las 2 últimas temporadas, ganando sólo 17 partidos de los 68 últimos) ha provocado una fuga tanto de abonados como de público del pabellón de Donostia Arena 2016.

Esta espiral derrotista y la falta de un proyecto con el que identificarse a largo plazo, con un equipo que pudiera transmitir momentos de lucha y un carácter aguerrido y ambicioso más allá de los resultados deportivos, ha llevado a mucha gente a abandonar el proyecto y no acudir más al pabellón. Si a esto le sumamos la falta de incentivos clasificatorios al no poder luchar por objetivos más ilusionantes y al no consumarse a su vez los descensos deportivos sufridos a lo largo de estos años, ha provocado una falta absoluta de incentivos para acudir a animar al club especialmente esta última temporada, a pesar de los esfuerzos del club para atraer a una mayor masa social al Donostia Arena 2016.

De cualquier manera, a la hora de evaluar este descenso de afluencia de público habría que remontarse a años atrás. Si bien es cierto que la renuncia a disputar competición europea en 2012 marcó la tendencia a la baja que sufre hoy en día la asistencia, no es menos cierto que cuando el club, en los años posteriores a recuperar la categoría por segunda vez en 2008, falló a la hora de marcarse metas más ilusionantes cuando tuvo en su mano el disputar por dos veces consecutivas (en las temporadas 2009-2010 y 2010-2011) la Copa del Rey, al llegar con opciones al final de la primera vuelta de colarse en la cita más importante del baloncesto español.

Con plantillas que podían invitar a soñar con alcanzar este objetivo o el del Play-Off (con jugadores de la talla de Andy Panko, Jimmy Baron, Albert Miralles, David Doblas, Javi Salgado….) el club probablemente transmitió un mensaje demasiado prudente y no declaró con el convencimiento suficiente que, visto el buen inicio de temporada, era posible a aspirar algo más que la permanencia.  Finalmente, en las 2 temporadas mencionadas el equipo rozó la Copa del Rey y, tras hundirse al inicio de la segunda vuelta, mantuvo finalmente la categoría con 13 y 12 victorias, respectivamente, pero lejos de las ocho primeras posiciones.

Probablemente el club no aprovechó este viento de cola para poder conseguir objetivos mayores y estabilizar e incluso enganchar un mayor número de público en aquellos años, en los que si bien tuvo que empezar a reducir su presupuesto fruto de la crisis económica que acababa de llegar para quedarse, el club tenía un tirón y un enganche todavía muy vivos fruto de su espectacular ascenso a la élite de años anteriores.

De cualquier manera, hay un par de  factores exógenos atribuibles a la reducción de apoyo social del proyecto, y uno de ellos es el de la política de horarios mantenida por la ACB durante todos estos años. Con la finalidad de reservarse una franja propia de difusión televisiva para poder sobrevivir a la competencia del fútbol, la ACB decidió hace más de una década colocar parte de sus partidos los domingos por la mañana para captar mayor cuota de público. Sin embargo, este horario tampoco se ha revelado como muy eficaz, dado que los partidos terminan a la hora de comer y el horario de la tarde parece más idóneo para poder trasladarse al pabellón con la familia y amigos. Si a esto le unimos la devaluación de la competición fruto de la bajada de nivel de muchos equipos, el acaparamiento por parte de Real Madrid y Barça de todos los títulos en juego, y de la no materialización de los ascensos y descensos junto con la imposibilidad de acceso a la Euroliga por tratarse ya de una competición prácticamente cerrada, se puede entender el desapego que genera la ACB y que por desgracia ha arrastrado en parte al GBC a una disminución en el público asistente.

Por último pero no por ello menos importante, estaría la problemática que ha presentado Illumbe desde su adopción como cancha de juego por el GBC en 2006. Su capacidad para 11.000 espectadores permitió un ascenso espectacular de la masa social allá cuando el GBC ascendió a la ACB en el año citado, pero que a medida  la masa social se fue estabilizando en cifras de 6000-7000 personas hasta el desplome de los últimos ejercicios (donde en algunos partidos apenas han asistido cerca de 2000 personas al coso taurino) ha resultado ser “demasiado grande” para presentar un aspecto digno de un club de élite. Este hecho prueba que aquellas afirmaciones de hace unos años desde algunos ámbitos en las que se refería a la necesidad del club y de la provincia de contar con un pabellón multiusos de 6.000-7.000 personas que permitieran al club crecer y poder estabilizar una demanda social suficiente y atractiva para poder asentarse en la élite (con todos los beneficios que ello conllevaría) eran tremendamente acertadas.

Por desgracia, el club se encuentra en una situación donde no goza, como en territorios vecinos, de una instalación deportiva de capacidad y accesos adecuados que le permita crecer y optimizar sus recursos. Los 2 únicos lugares aptos hoy en día para acoger los partidos del GBC son tanto Illumbe (con un claro exceso de capacidad para la demanda existente, junto con unos  evidentes problemas de accesibilidad y que no garantiza unas condiciones para el disfrute y la práctica del baloncesto de élite dignas) como el polideportivo Gasca (adecuado a la actual demanda social del club, pero vetusto y que limita enormemente la capacidad de acoger una mayor masa social al equipo). Por lo tanto, podríamos concluir que la falta de instalación adecuada ha sido otra de las causas para el alejamiento de la masa social del GBC, no siendo ésta una circunstancia achacable al club.

2.2) Comercialización del Producto: ¿Qué transmite el proyecto y qué vende? à Propuestas de mejora

Uno de los aspectos que creemos merece la pena dedicar nuestra atención es la comercialización de lo que ha sido la marca GBC en estos últimos tiempos. Si bien es cierto que en los años de 2006 en adelante el meteórico y maravilloso ascenso a la ACB hizo que el proyecto enganchara por su frescura y novedad en una ciudad y provincia en el que el fútbol, con la Real Sociedad a la cabeza, acaparaba el mayor tirón mediático, el declive de los últimos años nos ha hecho ver que nuestra imagen de marca ha venido a menos. En nuestra opinión, algunas causas, aparte de las deportivas, pueden ayudarnos a comprender este hecho.

Esta última temporada, un hecho que nos ha parecido llamativo ha sido la falta de ciertas campañas de publicidad motivadoras cuando el equipo empezó la temporada de manera muy discreta y se hizo evidente la necesidad de activar un llamamiento al público para volcarse en animar al equipo. Si bien se pusieron en marcha meritorias y loables iniciativas para los abonados como las que comentaremos más adelante, hemos echado en falta más ideas como la excelente  de “Locura por Ganar” para los partidos consecutivos en casa ante Valencia Basket y CAI Zaragoza (jornadas 28 y 29, respectivamente) en las que los jugadores hacían una especie de interpretación de encontrarse poseídos para así transmitir motivación de cara a estos importantes choques.

Esta iniciativa, por desgracia, parece que llegó tarde, cuando el equipo ya tenía posibilidades ínfimas de salvación. Como aficionados, echamos de menos una campaña de estas características con una mayor antelación, dado que podría haber dado una mayor difusión a la situación del equipo y podría haber generado un mayor apoyo por parte de la afición.

Otro aspecto en el que nos gustaría poner el foco es en el desconocimiento del número exacto de socios que ha tenido el club este año. Aunque los máximos responsables han dado cifras aproximadas durante el año (alrededor de 3000, unos 4000 contando los socios corporativos…) no hemos conocido la cifra exacta de abonados que ha tenido el club a lo largo de la temporada 2015/2016. ¿Puede haber sido por la bajada de abonados experimentada de la pasada temporada a ésta última? En todo caso, creemos que el dar a conocer con exactitud y transparencia este dato era necesario para poder evaluar la salud social del proyecto y plantear las medidas correctivas a llevar a cabo.

Este escenario está además relacionado con otro de los males que han aquejado al club durante toda la temporada: la asistencia al pabellón. En muchos casos, la asistencia oficial ha parecido no corresponder con la asistencia real, salvo al final donde parecía que ambas coincidían. De cualquier manera, el pobrísimo aspecto registrado por las gradas salvo en contadas ocasiones (como en el derby con Laboral Kutxa o contra el Joventut) durante la mayoría de la temporada se ha vislumbrado un agotamiento por parte de la afición con respecto al proyecto, haciendo que las asistencias bajasen hasta el mínimo alcanzado en la jornada 32 contra el Unicaja, el 11 de mayo, con 1.056 espectadores que acudieron hasta el coso taurino. Si bien es cierto que este partido se disputó un miércoles entre semana con el equipo ya descendido matemáticamente, no es menos cierto que constituye el reflejo de la crisis social que ha vivido últimamente nuestro equipo.

Como último punto del apartado, cabe destacar a la afición.  Una afición que, si bien ha visto reducido su número en los últimos años por los factores anteriormente reseñados, ha mantenido un tesón inquebrantable y ha hecho lo posible para reflotar el proyecto. De todas maneras, como aficionados y seguidores hemos echado en falta un mayor compromiso en momentos puntuales, como en la Junta General de Accionistas de Diciembre. El hecho de que solamente acudiera 1 accionista para tomar la palabra junto con los periodistas acreditados a la Junta General como asistentes nos hace pensar que parte de la afición podría tomar un rol más activo a la hora de hacer llegar sus ideas y comentarios a los responsables del proyecto. Si bien es cierto que la peña Omnes Uni ha demostrado un gran vigor y un incondicional apoyo durante estas últimas temporadas, es de resaltar que algunos aficionados con buenas ideas podrían dar un paso al frente, más allá de apoyar con su aportación monetaria y soporte moral al proyecto. El club necesita de todos, y cualquier contribución, siempre que sea respetuosa y constructiva, nos haría crecer como entidad, en nuestra humilde opinión.

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